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Con la energía fotovoltaica cuidamos de la Tierra

ojo humano con iris color azul en un rostro maquillado como el planeta Tierra

 

El ser humano ha alterado ya el 75% de la superficie terrestre. Producimos y consumimos como si los recursos del planeta fueran ilimitados. Con nuestras acciones hemos alterado el equilibrio que rige la vida en la Tierra.  Urge promover la armonía con la Naturaleza  y el medioambiente si queremos preservar la Vida en este maravilloso planeta.

Día de la Tierra

Cada 22 de abril se celebra el Día de la Tierra. Esta celebración tiene su origen en el miércoles 22 de abril de 1970 cuando alrededor de 20 millones de norteamericanos se movilizaron con la intención de sensibilizar sobre la fragilidad del planeta.

El próximo 22 de abril será el segundo ‘Día de la Tierra’ que se celebra dentro del Decenio de la ONU para la Restauración de Ecosistemas (2021-2030). Esta iniciativa pretende restablecer y potenciar la salud de los ecosistemas de los cuales depende la salud del planeta y los seres vivos que la habitan. Su restauración, además, contribuirá a paliar la pobreza y los efectos del cambio climático.

En 2023 celebramos su 53ª edición y el lema escogido es Invertir en nuestro planeta”. El objetivo de esta campaña es concienciar sobre la importancia de dedicar tiempo, recursos y energía a resolver el cambio climático y crear una alianza por el planeta para “Actuar (audazmente), innovar (ampliamente) e implementar (equitativamente). Empresas, gobiernos y ciudadanos: todos representados y todos responsables”.

Te animamos a visitar la página de La Red Del Día De La Tierra, organización sin ánimo de lucro que coordina a nivel mundial las actividades que se celebran con motivo de esta celebración.

Cómo celebrar el Día De La Tierra

Si te estás preguntando qué puedes hacer para unirte a esta celebración, es muy posible que cerca de donde vives se haya organizado alguna actividad. Prueba a utilizar el mapa que comparten aquí o buscando en Internet.

Se pueden hacer muchas cosas, a nivel particular, para celebrar el Día Mundial De La Tierra:

Reducir el consumo de plástico, participar en plantaciones de árboles, colaborar en iniciativas de limpieza (cleanup), consumir de forma sostenible, utilizar energías renovables, apoyar la labor de organizaciones medioambientales, utilizar transporte público y vehículos eléctricos, potenciar la eficiencia energética, consumir alimentos ecológicos, practicar las R de la economía circular, etc.

Recomendamos, por ejemplo, la simpática iniciativa de la ONU ‘Guía de los vagos para salvar el mundo’ que comparte multitud de pequeñas acciones que podemos hacer para cuidar del medioambiente y ser más sostenibles.

“Somos la primera generación en saber que estamos destruyendo nuestro planeta y la última que puede hacer algo al respecto” (Tanya Steele, directora ejecutiva de WWF).

Planeta Tierra y energía

De los 17 objetivos de desarrollo sostenible, hay varios relacionados directamente con la preservación del planeta como, por ejemplo, el nº 7 Energía Asequible y no Contaminante, el nº12 Producción y consumo responsable, el nº13 Acción por el clima, el nº14 Vida submarina y el nº15 Vida de ecosistemas terrestres.

Desde Planta Valle Solar, queremos hablaros, sobre todo, del ODS nº7 y de la importancia de generar y consumir energías renovables para preservar la salud de nuestro planeta.

Lo primero que hay que entender es que el acceso a la energía es un derecho básico, una necesidad de primer orden. La demanda de energía eléctrica de los millones de personas que viven en el planeta exige que provenga de energías limpias para evitar seguir provocando un impacto negativo e irreparable en el medioambiente.

«Cada 24 horas, suficiente luz solar toca la Tierra para proporcionar la energía para todo el planeta durante 24 años» (Martha Maeda).

La energía eléctrica se obtiene a partir de la transformación de distintas energías mediante alternadores o generadores. Según sea el tipo de energía primaria utilizada para producirla sus efectos en el medio ambiente y el planeta tienen un mayor o menor impacto negativo. Las energías más dañinas para el planeta son las termoeléctricas. Estas energías utilizan el calor que desprende la quema de combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas natural).

Existen otras energías como la hidroeléctrica, la eólica, la fotovoltaica, la geotérmica o la mareomotriz con mucho menor impacto en el medioambiente. El impacto en el medioambiente de cada planta generadora de electricidad es distinto según la energía primaria utilizada: consumo de recursos naturales, emisiones y vertidos, generación de residuos, ruido e impacto visual.

A nivel planetario, el consumo de energía eléctrica generada por combustibles fósiles ha contribuido a la degradación de la capa de ozono, la aparición de la lluvia ácida y potenciar los efectos del cambio climático. Por ello, las energías renovables se han convertido en una alternativa positiva para obtener energía limpia, ecológica y sostenible.

La energía fotovoltaica cuida de la Tierra

De entre todas las energías renovables, se ha comprobado que la energía fotovoltaica es la más eficiente en la lucha contra el cambio climático (no contamina ni emite gases de efecto invernadero). Se la considera uno de los medios de obtención de energía menos agresivo con el medioambiente y con impactos medioambientales ‘ecológicamente’ asumibles.

Esto no quiere decir que la energía fotovoltaica esté exenta de retos.

Los agentes relacionados con el sector de la energía solar trabajan incansablemente para enfocar la fabricación y el descarte del hardware fotovoltaico de forma cada vez más sostenible y bajo criterios de economía circular. Iniciativas como, por ejemplo:

– Módulos que cuenten con una certificación externa (a través de la Declaración Ambiental del Producto) que garantice su reciclabilidad al final de su vida útil.

– Sistemas que cuenten con el certificado de sostenibilidad ISO 14064 (emisiones) e ISO 14067 (huella de carbono).

– Paneles con etiqueta ecológica EPEAT (Green Electronics Council).

– Paneles solares con diseño circular.

– Reciclaje responsable de módulos fotovoltaicos (Europa ha conseguido recuperar en un año 4.500 toneladas de teluro de cadmio de los paneles fotovoltaicos). Un módulo fotovoltaico de silicio está compuesto de vidrio (78%), aluminio (10%), plásticos (7%) y metales y semiconductores (5%). Simplemente recuperando el marco de aluminio y el vidrio de la parte delantera se recicla más del 90% de su peso.

–  Aumentar la eficacia de los paneles.

–  Incrementar los usos (electricidad, agua caliente sanitaria, calefacción y aire acondicionado).

–  Ampliar la vida útil de las instalaciones (de 20 a 40 años).

–  Desarrollar nuevos materiales y procesos más sostenibles (baterías de sodio-ion, paneles solares de perovskita y biogénicos, etc.).

El compromiso de estos agentes implicados ha llevado a la creación de proyectos tales como ‘PHOTORAMA’ un proyecto de la Unión Europea que trabaja para diseñar una cadena de valor circular, rentable y sostenible que propicie una industria fotovoltaica neutra en carbono. O como este otro en Chile que pretende dar una segunda vida a los paneles fotovoltaicos.

La cadena de suministro de los paneles solares puede así convertirse en una oportunidad económica relevante: empleo, obtención de materias primas para fabricar nuevos paneles, etc.

Se mire por donde se mire, la energía fotovoltaica siempre tendrá menor impacto en el medioambiente que energías como la nuclear, el carbón, el petróleo o el gas natural. La descarbonización es imprescindible para reducir la emisión de gases invernadero lo suficiente como para que los efectos del cambio climático dejen de amenazar la vida en nuestro planeta.

«Cuantas más emisiones de CO2 evitemos, menor será el avance del Cambio Climático: la principal amenaza de la naturaleza» UNEF.

 

Desde Planta Valle Solar nos unimos a la celebración del Día Mundial De La Tierra conscientes de que haciendo posible la generación de energía fotovoltaica contribuimos en el cuidado de nuestro maravilloso hogar: el planeta Tierra.

“No puedes pasar un solo día en la Tierra sin causar un impacto en el mundo. Lo que haces marca una diferencia, y tienes que decidir qué tipo de diferencia quieres hacer” (Jane Goodall).

 

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